jueves, 23 de abril de 2009

Compartirá Sedena información sensible con el CISEN…pero con “candados”.

Publicada el 24 OCT 2008.

Por orden presidencial, Sedena deberá compartir información antidrogas con el CISEN.

JORGE ALEJANDRO MEDELLÍN

Compartirá Sedena información sensible con el CISEN…pero con “candados”.

Es muy poca o casi nula, la confianza del Ejército Mexicano hacia instituciones civiles dedicadas al acopio de información y a la elaboración de verdadera información de inteligencia, utilizable y aplicable en el campo operativo.

La desconfianza crece cuando se trata de de datos sensibles en el combate al narcotráfico.

Una de estas instituciones es el Centro de Investigación y Seguridad Nacional (CISEN), organismo que siempre ha tenido una dudosa reputación como ente dedicado a labores de espionaje y seguimiento político.

A esa negra fama de organismo diseñado y manipulado por el aparato del priismo para controlar a sus enemigos políticos, presionarlos y reventarlos con oscuros historiales, se sumaron en años recientes el manoseo y la desarticulación orquestada por el aparato panista en la administración de Vicente Fox.

Sobre este punto existen versiones divergentes que intentan explicar lo sucedido en los difíciles años del primer inquilino blanquiazul en Los Pinos.

Hay políticos e incluso algunos expertos en materia de seguridad nacional que aseguran que el gradual desmantelamiento del CISEN que Fox orquestó en su régimen, se debió al temor del mandatario por mantener intocado a esa parte del aparato de seguridad priista que igual operó para mantener la solidez del Estado construido por la gente del Revolucionario Institucional, que persiguió y hundió a opositores de izquierda, guerrilleros, maestros, activistas y hasta … priistas indeseables.

La explicación parece plausible y al menos justificable para aquellos que comparten a plenitud las ideas políticas del fin que justifica los medios para alcanzarlo.

Pero hay otros -entre ellos los militares- que mantienen serias dudas e incluso hablan de ciertos hechos para señalar que el desmantelamiento del CISEN no fue gratuito ni pensado desde la óptica panista para desarmar a uno de los instrumentos del stablishment del PRI en sus mejores años.

La respuesta va más allá y fue traída a la luz hace unos días en los pasillos de la Sedena, en donde la reflexión sobre el tema llevó al recuerdo de los años del general Clemente Vega García al frente de la institución.

La memoria de muchos jefes y oficiales recorrió las semanas y meses en los que, mientras el aparato del CISEN era desmontado con nombramientos, extracciones y posicionamientos de notables y experimentados servidores públicos en áreas y secretarías diversas, los mandos castrenses comenzaban a recibir órdenes y directivas extrañas.

Entre otras cosas, se les ordenaba ir retirando puntos de revisión, mover retenes, quitar puestos de control y chequeo con los que se pudiera molestar o alterar el orden y el tránsito de civiles y policías y… otras personas en las carreteras del país.

Los retenes y puestos de revisión fueron, en efecto, retirados paulatinamente al tiempo en que analistas, directores de área y expertos del CISEN dejaban sus carreras para ser reacomodados en la naciente Secretaría de Seguridad Pública Federal (SSPF).

Casos como el de Rafael Ríos, quien dejó más de veinte años de carrera en el CISEN para llegar a la dependencia al frente de proyecto para darle vida a la Subsecretaría de Política Criminal, son botones de muestra.

Rafael Ríos, quien siempre se dijo orgulloso de haber reestructurado los archivos del CISEN dándoles forma y manteniendo un control de la información en forma igual o semejante a la de Fernando Gutiérrez Barrios, elaboró un proyecto para darle vida a la Política Criminal en la SSPF … casi en el penúltimo años de mandato de Fox.

Tal vez sobre agregar que la idea, para el panismo, funcionó. Ríos, experto en el manejo de inteligencia y heredero de las formas, la metodología y el hacer de gente como Gutiérrez Barrios, estaba fuera.

Eso, en el terreno civil. Sin embargo, en el terreno militar, el retiro a los cuarteles en los últimos dos años del gobierno de Fox coincidió con el estallido del narco en todos los rincones y formas en el país.

Generales y Coroneles no pueden dejar de pensar en que la ausencia o el posicionamiento de tropas en ciertos puntos y momentos, llevaba detrás otra posible explicación.

De ahí la incomodidad del alto mando y de sus subalternos en lo que se refiere al manejo de la información de inteligencia antidrogas por parte de organismos como el CISEN.

Pero Felipe Calderón lo ha ordenado y la nueva dirección que toman los acontecimientos en el reforzamiento de la lucha contra el narcotráfico impone, desde el mando supremo, el compartir información para reforzar la confianza y tratar de avanzar bajo un solo objetivo.

En la Sedena lo saben, pero los mandos no dejan de tomar precauciones.

Hace unas semanas, el general Guillermo Galván Galván recibió la orden superior de comenzar a compartir con el CISEN datos sensibles para apoyar la lucha contra el crimen organizado.

La Defensa Nacional cumplirá con la orden, pero lo hará defendiendo argumentos y sobre todo, hechos y situaciones a manera de ejemplos ríspidos: la información fluirá hacia el CISEN, pero será personal militar el que la reciba, el que verifique a quien se entrega y para qué será utilizada.


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