sábado, 25 de abril de 2009

Radares y omisiones de altos mandos.




Publicado el 20 ABRIL 2009.

Tecnología vs. el narco...El silencio de los militares...

JORGE ALEJANDRO MEDELLÍN


En el último mes y medio se incrementaron los aseguramientos de mariguana en buena parte del país, sobre todo en el norte y noreste, en donde son más fuertes los operativos antidroga del Ejército, la PFP, la PGR, la AFI y Marina.
Son los meses de cosecha y transporte del enervante al por mayor. En una semana más comenzará el periodo de la amapola, cuyos bulbos están o deberán estar en el punto especial para la recolección del caldillo blancuzco que habrá de convertirse en goma de opio y después en heroína, la más costosa y buscada de las drogas prácticamente en cualquier latitud.
La siembra y cosecha de mariguana y amapola en casi la mitad del territorio del país en el que es posible realizar esa labor, es una muestra de una de las facetas del narcotráfico para la cual ningún gobierno, ni priista, ni panista y mucho menos perredista, tiene respuesta o solución.
En el país tenemos poco más de 31 mil millones de hectáreas cultivables, de las cuales unas 9 mil millones de hectáreas son empleadas por cárteles de la droga para la siembra de cannabis y adormidera.
En ese universo se incluyen también las 8.2 mil millones de hectáreas en las que se siembra maíz, de acuerdo con datos de Tribunal Superior Agrario (TSA).
Las cifras son del 2007 y su sola mención hoy causa escozor y una inmediata reacción de incomodidad a las autoridades que deberían encargarse de revertir estas cifras y la dramática realidad que se esconde detrás de ellas.
Hace dos años se calculaba que al menos el 30 por ciento de las tierras que podrían ser cultivables estaban en manos de los cárteles de la droga.
Preguntar esto, tratar de profundizar en el tema ocasiona el enojo de las secretarías de Estado, la negativa a dar información o a actualizar cifras y un vacío informativo que pretende ser llenado con boletines, declaraciones de banqueta o desmentidos y aclaraciones “oficiales”.
Esto es importante, porque fue precisamente en 2007 cuando, con el nuevo gobierno panista dispuso que la PGR le entregara a la Fuerza Aérea Mexicana (FAM), los 50 helicópteros Bell y las 8 avionetas Cessna que integraban sus escuadrones de fumigación.
La prensa mexicana ha documentado al detalle el fracaso o al menos el gris desempeño de la FAM (carente de tripulaciones completas) en labore de fumigación y erradicación de cultivos ilícitos desde el aire, señalando que cada vez es menor la superficie erradicada en el actual sexenio.
¿Cuántas hectáreas de mariguana y amapola y en cuántos estados han dejado de ser atacadas como es debido?
¿Cuántas hectáreas le ha ganado en dos años el narco al Estado y al campo mexicanos?, ¿En donde se debería librar una de las verdaderas batallas contra los cárteles de la droga?

OJOS EN EL CIELO
En las semanas que vienen habrá más noticias sobre aseguramientos, cosecha y trasiego de amapola, pero en especial se hablará de la cantidad de plantíos, hectáreas y toneladas que pudieran existir de este opiáceo si solo tomáramos en cuenta los tonos rojizos que la flor, en su madurez productiva, adquiere bajo el espectro adecuado de la fotografía satelital avanzada, de alta definición.
La más reciente imagen manejada por la Armada de México para conformar la base de datos del Sistema de satélites de la Constelación Spot-ERMEXS, muestra el espectro obtenido entre el 1° de abril de 2008 y el 31 de marzo de este año en los sobrevuelos de uno de los tres satélites que forman el sistema.
Durante casi una semana los aparatos de fabricación francesa vuelan en orbitas distintas sobre varios puntos del planeta, y uno de ellos es la República Mexicana.
Los satélites hacen un barrido de imágenes del territorio nacional y pueden centrarse en puntos o zonas de especial atención para el gobierno federal y para los estatales y las instituciones educativas que soliciten acceder a este servicio de manera justificada.
Al detalle de lo registrado por el sistema ERMEXS solo se puede acceder con claves encriptadas y si se es parte de algunas de las instituciones autorizadas y registradas para usar el sistema.
Esas instituciones (más de 20) tienen a su vez registrados a unos 230 elementos –civiles y militares– como enlaces o Gestores ante Marina para hacer uso de las imágenes satelitales contratadas y obtenidas por el sistema.
Como comentaba al inicio, la base de datos en imagen obtenida entre el 1° de abril de 2008 y el 31 de marzo pasado, ya están disponibles en las instalaciones del sistema Spot ERMEXS que se ubican en la sede de la Secretaría de Marina, al sur de la ciudad.
En ellas se aprecia el mapeo del territorio nacional con algunas fallas de registro debido a problemas climatológicos que afectaron la captación de imágenes satelitales.
La Armada de México lo explica mejor al detallar que “en el área de la Península de Yucatán hay huecos, ya que debido a la gran concentración de nubosidad que se presenta regularmente en esa área no fue posible la adquisición de imágenes en el periodo citado pero, se continuará monitoreando para que al momento de mejorar las condiciones meteorológicas, se haga la adquisición correspondiente y se actualice el área faltante”.
El mapa del país obtenido por el Sistema ERMEXS muestra la extensión de sembradíos de amapola en al menos ocho estados: Chiapas, Oaxaca, Guerrero, Jalisco, Nayarit, Michoacán, Tamaulipas, Sinaloa y Veracruz.
En cuanto a la mariguana, las imágenes señalan los estados de Chihuahua, Durango, Sinaloa (el famoso Triángulo Dorado), así como Sonora, Guerrero, Oaxaca y Tamaulipas, como los puntos en los que la incidencia en la siembra del enervante es alta.
El periodo referido por la Armada de México abarca menos de un año de actividad.
¿Cómo estábamos en el 2007 y cómo estamos ahora en este rubro del combate a la producción y tráfico de drogas? Sede y Marina tienen las respuestas. ¿Se las van a guardar?

Percibe ciudadanía más abusos castrenses.

Publicado el 17 ABRIL 2009.
¿Regreso a los cuarteles? ... Encuestas a la baja...

JORGE ALEJANDRO MEDELLÍN

La mención de una fecha o plazo tentativo para que las tropas del Ejército Mexicano abandonen poco a poco los operativos conjuntos –comenzando por el de Chihuahua–, bastó para crear suspicacias y reacciones encontradas en los distintos niveles de gobierno en el país.

Tras el anuncio del secretario de Gobernación, Fernando Gómez Mont el pasado martes en el sentido de que será en septiembre cuando se dé el primer repliegue de militares en Ciudad Juárez, Chihuahua, luego del envío de más de seis mil elementos de tropa a ese punto fronterizo, las protestas no se hicieron esperar.

Hay quienes se sienten seguros y más tranquilos con la presencia de Hummers, vehículos artillados y patrullaje castrense en esquinas, plazas públicas, calles y zonas conflictivas en Ciudad Juárez.

También están las denuncias sobre abusos o comportamiento ilegal de la milicia con la ciudadanía común. Ambos escenarios son reales.

Lo cierto es que el anunciado retiro de tropas en el norte del país obedece más al desgaste físico, anímico y político social de la milicia que a la solidez de una nueva etapa en el combate al crimen organizado en la que exista ya una fuerza policial para comenzar a hacerle frente a los cárteles con corporaciones saneadas, libres de corrupción, bien armadas, bien entrenadas, revisadas a fondo con pruebas de control de confianza y sobre todo, que operen sin la sombra de amenazas y ejecuciones.

De esto no hay nada.

Lo que sí hay es el desgaste físico y los costos políticos para el Ejército, que se reflejan ya en encuestas como la elaborada por la especialista María de las Heras, quien dio a conocer el 13 de abril datos que revelan un decrecimiento en la confianza de la ciudadanía hacia las fuerzas armadas (léase Ejército) a partir de su entrada de lleno a combatir el crimen organizado.

Según las cifras presentadas por la encuestadora, en 2007 los índices de confianza en el Ejército eran de 83 por ciento.

Los datos concuerdan con otras estadísticas y encuestas elaboradas durante el sexenio de Vicente Fox y en los primeros meses del gobierno calderonista, ubicando a las fuerzas armadas con un 82 a un 85 por ciento de aprobación ciudadana.

Las cosas cambiaron rápidamente y en poco más de dos años los militares han perdido 11 puntos porcentuales en la opinión y percepción positiva de los mexicanos. Esto es grave, sobre todo cuando están en puerta diversos escenarios de suyo delicados.

Primero, las elecciones federales de julio en las que el predominio panista está en juego en varios frentes electorales y ante lo cual el gobierno de Calderón requiere de todo el apoyo posible, venga de donde venga, para conservar el poder y mantener el proyecto blanquiazul con algunos signos vitales.

En este escenario, los militares se mantienen, como lo han hecho a lo largo de la historia, institucionales y atentos a desordenes y coyunturas que afecten le proyecto del gobierno en turno.

No obstante, a la larga el regreso del PRI al poder redundaría en beneficios para un Ejército nacido, crecido y fortalecido en los brazos de ese partido durante más de 70 años. En este juego nadie pierde.

En segundo lugar está la coyuntura de una aparente nueva relación de México con los Estados Unidos a partir de la llegada de Barack Obama a la presidencia de ese país.

Vienen momentos importantes para los militares en la cooperación binacional y a nivel internacional.

La entrega de material bélico y sobre todo la capacitación y adiestramiento militar que los norteamericanos brindarán a las tropas mexicanas, mantendrá bajo la lupa -una vez más- el comportamiento de la Sedena en un entorno en el que la corrupción, la colusión con el narco y los abusos castrenses pueden darse en la medida en que la institución vaya estrechando el cerco en torno a los líderes conocidos de los cárteles de la droga.

Si esto ocurre, el desgaste para los militares será mayor y también el descrédito y la sobrecarga de trabajo para la tropa, sus jefes y oficiales.

De cara a este panorama, el director general de la empresa encuestadora y de opinión pública, Indicadores S.C., el maestro Elías Aguilar (catedrático de la Universidad de las Américas Puebla - UDLAP), presentó el 12 de abril una curiosa encuesta en la que el Ejército, la Iglesia y la prensa nacional encabezan la lista de instituciones con mayor confiabilidad y credibilidad en el país.

El dato es relevante y quizá constituye una suerte de oasis para ciertos sectores, todas vez que a finales de marzo de este año la prestigiosa empresa GEA (Grupo de Economistas y Asociados), junto con la compañía ISA (Investigaciones Sociales Aplicadas) presentaron la encuesta “Escenarios Políticos 2007-2009; Cambio y Continuidad. Primera Encuesta Nacional GEA-ISA 2009”.

En ella se muestra una caída importante en dos rubros:
¿Está usted de acuerdo o en desacuerdo en que el Ejército Mexicano participe directamente en los operativos para combatir al narcotráfico? (pag. 33), y ¿Cree que los operativos realizados por el Gobierno de Calderón para combatir al narcotráfico están o no logrando sus objetivos? (pag.34).

En ambos casos las respuestas revelan datos negativos.
En mayo de 2008 el 80 porciento de la gente consideraba positiva la intervención militar contra las drogas. Para marzo de 2009 la cifra había descendido al 70 por ciento.

En cuanto a la efectividad de las acciones contra la delincuencia organizada, en marzo de 2007, según la encuesta, cerca del 65 por ciento de la gente opinaba que los esfuerzos eran positivos.

La cifra creció en junio de 2007, mostrando que poco más del 70 por ciento estaba de acuerdo con los operativos y sus resultados.

La percepción mejoró aún más en agosto de 2008, cuando casi el 80 por ciento de los ciudadanos encuestados manifestaron si aprobación sobre el tema.

Pero a parir de noviembre de 2008, con la ola de ejecuciones en diversos puntos de país, la aprobación cayó hasta alcanzar menos del 60 por ciento en marzo de este año.

Entonces, todo indica que el alto mando estaría adelantado en regreso de las tropas a sus cuarteles para evitar una caída más dramática que lesione mayormente a la institución cuando se requiera que haya orden interno por motivos electorales.

La otra razón es que el general Galván quiere iniciar cuanto antes ciertos cambios y modificaciones en la vida de quienes integran a la Sedena, para curar las heridas que está dejando la lucha contra el narcotráfico entre una tropa cansada e inconforme con el pago por su sacrificio.


Apertura y cerrazón en las FFA.

Publicado el 10 ABRIL 2009.

La Armada, a la UNITAS 50... El Ejército ¿al desprestigio en Chihuahua?

JORGE ALEJANDRO MEDELLÍN

Es un hecho la participación de la Armada de México en los ejercicios navales UNITAS 50 o UNITAS Gold, con los que se celebrará desde la próxima semana medio siglo de operaciones internacionales conjuntas entre diversas marinas del continente, encabezadas y coordinadas por los Estados Unidos.

Es precisamente este punto el que sigue erigiéndose en centro de la discordia para los mandos de la Defensa Nacional y de la Marina, además, claro, de sectores conservadores (léase PRI) y de pretendida avanzada democratizadora (léase PAN).

Los primeros, en Lomas de Sotelo, siguen empeñados en sostener una doctrina de aislamiento, anti intervencionista, separada de la evolución que en las últimas dos décadas han vivido las fuerzas armadas del continente.

En la región y en otras latitudes se ha transitado en los últimos tiempos por reformas y modificaciones que han dado como resultado la llegada de mandos civiles a las altas esferas militares, la creación de Comandos Conjuntos y reestructuraciones a fondo, con Estados Mayores en los que conviven armas separadas (de tierra, mar y aire y no subordinadas), y con presupuestos, controles civiles y administrativos claros y cercanos a la transparencia total y con Libros Blancos que son perfectibles y no caricaturas como los 13 cuadernos o folletos o manuales confeccionados en tiempos del general Clemente Vega.

Otros mundos.

A este sector de las fuerzas armadas mexicanas le asiste la razón al querer mantener el status quo tal y como está, sobre todo en estos momentos de apremio y respuesta de mano dura, de “securitización del Estado”, como la llama Raúl Benítez Manaut.

Sus servicios son hoy, más que nunca, apreciados y requeridos ante el embate de la violencia de los cárteles, que no habrían alcanzado tal poder de no haber sido por la protección y complacencia de las esferas del poder político, militar, judicial y administrativo del país.

Los militares son reacios al cambio, porque ello implicaría la reducción de sus espacios, de sus canonjías, y en muchos casos, el fin de la impunidad.

Por eso en la fracturada y malograda transición a la democracia que se vive en México, las reformas en el terreno militar son inexistentes, son inconvenientes y de alto riesgo.

Así se pactó con el foxismo y así se conservó el acuerdo en la era de Calderón. Por eso la creación de la Fiscalía Especial para Movimientos Sociales y Políticos del Pasado (FEMOSPP) fue un fracasado desde su concepción y planteamiento.

Nada contra los militares, se acordó. El propio ex fiscal Ignacio Carrillo Prieto reveló hace unas semanas al autor de este espacio que representantes personales de Luis Echeverría Álvarez (LEA) lo amenazaron directamente y advirtieron además que si Vicente Fox ordenaba proceder en contra de LEA penalmente, el panista guanajuatense no terminaría su mandato.

Hoy (sic), los militares insisten hábilmente en cerrarse al exterior, en mantener el control de feudo para evitar que se abra una Caja de Pandora sobre la que no tendrían control. Paradójicamente asumen el mando policíaco-militar en una situación sin parangón, salvándole el pellejo al régimen y esperando, más allá del deber patriótico, mantener con ello el status, las cosas como están, sin alteraciones.

Sería lo justo, piensan. Hoy por ti…

Por eso el Ejército no se involucrará en operaciones conjuntas con otros países. La doctrina – y algo más– se los impide.

Para eso está la Marina. Para responder en los hechos a las presiones discursivas y diplomáticas del presidente Barack Obama y de su gente en el Pentágono.

No cejarán en sus intentos por sumar a las fuerzas armadas al Comando Norte o a algún otro instrumento de cooperación que implique presencia bélica mexicana, como los Cascos Azules de la ONU.

El Ejército se mantendrá en sus trincheras doctrinarias y de reposicionamiento político en la actual coyuntura anticrimen.

El teatro de operaciones es ideal, o quizá no tanto. Las violaciones a los derechos humanos de mujeres, adultos y niños comienzan a aflorar con más fuerza en la medida en que los militares intentan cumplir el papel de policías para el que ni están preparados ni se les adiestró.

Los manoseos a las mujeres, las intimidaciones a jóvenes y las intimidaciones a adultos mayores, como un primer nivel de abuso, aparecen una y otra vez en Ciudad Juárez.

En cuestión de meses el prestigio y apoyo que la población les ha conferido por años, puede irse a la basura. Son los riesgos, ¿no?

¿Quién pagará por los abusos?, ¿Quién juzgará a los responsables?, ¿será la impunidad uno de los botines de guerra?

En cuanto a la Marina, ignorada, con armamento y material bélico anticuado, reforzado apenas en el contexto de los ataques terroristas del 11 de septiembre de 2001 (hace 8 años), sus mandos sostienen otra doctrina, otra idea sobre la inserción gradual, pero efectiva, de la institución en un mundo del que ha estado aislada como consecuencia de la inercia nacionalista y hermética de los gobiernos priístas.

¿Son estos otros tiempos? La Marina lo quiere ver de ese modo.

Por eso, por el fogueo y la experiencia en juego, el cabildeo con los senadores es intenso, pese a la torpeza y el desconocimiento de los militares norteamericanos acerca de las formas y los tiempos legislativos en México.

NUNCA SEAN POLICÍAS.

Por lo demás, quien mejor que un militar de larga carrera y reconocimiento como el general (retirado) Rigoberto Castillejos Adriano para recomendar a sus compañeros de armas la mayor prudencia y cuidado en el manejo de sus carreras, y advertirles sobre los riesgos y el desprestigio que se llevarían si se meten a hacerle de policías, en cualquiera de sus acepciones.

Dice el general Castillejos en sus recomendaciones a los compañeros de grado que en el activo, que hay que “evitar cualquier puesto relacionado con la seguridad pública, ya que esto puede ocasionar la pérdida del prestigio que se logró acumular durante su carrera, o que se ponga en riesgo la integridad física (Fuente Revista del Ejército y Fuerza Aérea Mexicanos. Época IV, año 102, Enero de 2008. Pag. 72).

No se equivoca el general, aunque el consejo ahora no sirva de mucho, especialmente en Chihuahua, Coahuila, Nuevo León, Tamaulipas, Sinaloa, Guerrero, Sonora, Zacatecas, Durango, Baja California, Oaxaca, Chiapas, Estado de México, Michoacán, Veracruz, Tabasco, Quintana Roo, Yucatán, Puebla y Campeche, entidades en las que la seguridad pública está en las manos del Ejército Mexicano en mayor o menor medida.

Eterna agenda pendiente.

27 MARZO 2009.

¿Y las reformas en Justicia Militar?

JORGE ALEJANDRO MEDELLÍN


He aquí una interesantísima contribución del personal militar en un intento por comenzar a gestar algún cambio real en la estructura de la Secretaría de la Defensa Nacional. Usted opine, ¿qué tanto se ha avanzado?, ¿En dónde estamos en este rubro?

"La Secretaría de la Defensa Nacional requiere una reforma integral a todo el aparato de justicia militar, para el sexenio de Felipe Calderón.

El Ejército Mexicano busca aumentar de 5 a 7 el número de magistrados del Supremo Tribunal Militar y quiere que estos juzgadores sean designados por el Presidente de la República, a partir de una terna propuesta por el Secretario de la Defensa.

Para ocupar cargos en la Procuraduría Militar, juzgados y tribunales castrenses, se busca que los aspirantes no sólo cumplan con el requisito de "gozar de notoria moralidad" -como lo exige la actual ley-, sino que tampoco tengan antecedentes penales.

Una nueva legislación en ese sentido, evitará casos como el del General Brigadier José Félix Name Rodríguez, quien en 1997 fue llevado a prisión por dejar salir de la PGR al presunto capo Humberto García Abrego, y años después fue Magistrado del Supremo Tribunal Militar.

La reforma a la que aspira la Defensa fue planteada en un nuevo proyecto de Código de Justicia Militar, y presentado a la Cámara de Diputados, a fines de la legislatura pasada.

Otra de las propuestas consiste en prohibir por ley a los abogados militares participar en litigios federales, al menos donde los acusados forman parte de la milicia, ya que en el proyecto se establece que los defensores castrenses "no podrán ejercer su profesión en asuntos donde la Federación sea parte.

Muchos militares encarcelados por la PGR en penales civiles, han tenido abogados que son también del Ejército, debido a que actualmente la legislación no lo impide.

Un ejemplo son los soldados que fueron acusados de la evasión de José Díaz Pérez, ex subdelegado de la PGR en Chihuahua, fugado de una casa de arraigo en febrero de 2001.

Ellos tuvieron al mismo abogado que defendió al General Francisco Quirós Hermosillo, ya finado.

La reforma también contempla que el desistimiento de una acusación penal castrense ya no requiera de la autorización del Secretario de la Defensa, sino que ahora sea un procedimiento que resuelva directamente la Procuraduría Militar.

Sobre los Consejos de Guerra, la modalidad de juicios orales en el Ejército, se pretende que los 5 juzgadores tengan grados militares más altos que los hoy estipulados.

Por ejemplo, en el código actual, el presidente del Consejo de Guerra puede ser General o Coronel, mientras que la reforma exige que ya sólo sea General.

Los 4 vocales que integran hoy en día un Consejo de Guerra pueden tener el grado mínimo de Mayores, pero en la iniciativa en manos del Congreso ya se establece como requisito que cuando menos tengan el rango de Tenientes Coroneles.

El marco jurídico que pretende legar el General Vega García aumentaría el volumen del Código de Justicia Militar de 923 artículos y 4 transitorios, a 972 artículos y 3 transitorios.

Si el Congreso aprueba la iniciativa, será la primera modificación general al código que se realiza desde el 29 de agosto de 1933, año en que el presidente Abelardo L. Rodríguez y el secretario de Gobernación, Eduardo Vasconcelos, promulgaron las disposiciones vigentes.

MODIFICACIONES SUSTANCIALES
- Aumentar de 5 a 7 el número de magistrados del Supremo Tribunal Militar.
- Facultar al Presidente de la República para designar a los magistrados militares, conforme a una terna propuesta por el Secretario de la Defensa.
- Impedir que militares con antecedentes penales por delitos dolosos sean presidentes o magistrados del Tribunal Militar.
- Aumentar de uno a 3 los oficiales mayores del Supremo Tribunal Militar.
- Prohibir que abogados militares litiguen casos donde sea parte la Federación.
- "Dar a la Sedena la atribución de juzgar un delito en un lugar distinto al que se cometió.
- Aumentar de uno a tres el número de secretarios de los juzgados militares.
- Agregar la plaza de actuario en cada uno de los juzgados militares.
- Establecer el delito de traición al Ejército para enjuiciar a los desertores que son parte del crimen organizado.

La Secretaría de la Defensa Nacional planteó al Congreso de la Unión una iniciativa con la que pretende juzgar en cortes marciales los casos de desertores o elementos en activo del Ejército vinculados al narcotráfico.

Lo que se busca es crear el delito de "traición al Ejército", bajo el que se podrían condenar hasta por 60 años a militares o desertores acusado de colaborar con bandas criminales.

Esta pena supera la máxima que un tribunal civil les podría otorgar.

Otra novedad es que, de instituirse, este delito tendrá la pena mínima más dura en la legislación mexicana, ya que contempla al menos 30 años de prisión.

Los Zetas, que son ex integrantes del Ejército Mexicano, y brazo armado del Cártel del Golfo, serían el principal blanco de esta legislación, si se aprueba.

Fuentes policiacas han afirmado anteriormente que este grupo tuvo su origen en 1999 y que fue iniciado con desertores del Grupo Aeromóvil de Fuerzas Especiales.

La propuesta de reforma de la Sedena se dictaminó en la Comisión de Defensa de la Cámara baja de la anterior legislatura, y se esperaba que subiera al Pleno cuando se integraran las comisiones de la actual Cámara, lo que ocurrió el viernes.

De acuerdo a los cambios propuestos para el Código de Justicia Militar, los que se unan o colaboren con un grupo u organización dedicado a actividades ilícitas, en cuyo combate participe el Ejército serían castigados con la baja y la pena de prisión referida.

En sus 11 modalidades, el delito de traición militar está dedicado a los que se pasen al bando contrario, usen la infraestructura en favor de organizaciones delictivas, recluten a soldados para esos grupos o les filtren información, liberen delincuentes o desinformen a los mandos oficiales.

Hasta hoy, si es detenido un desertor del Ejército que pasó a formar parte de las filas del narcotráfico, la averiguación para encarcelarlo y sus juicios los llevan a cabo instituciones civiles, como la PGR y el Poder Judicial Federal.

Un ejemplo reciente es el del presunto sicario de los zetas, Mateo Díaz López, alias "El Comandante Mateo", quien en los años 90 formó parte del 15 Regimiento de Caballería Motorizado, en Reynosa, y que fue detenido en Tabasco el 16 de julio de 2006.

Con la reforma, "El Comandante Mateo" hubiera sido trasladado a instalaciones castrenses, puesto a disposición de la Procuraduría Militar, consignado a un juez militar por los tres delitos que se le detuvo, pero además por traición al Ejército.

Además, el acusado habría sido internado en una prisión militar y condenado hasta por 60 años de prisión…



Cambios jurídicos y cooperación con EU.

Publicado el 9 MARZO 2009.
Momentos cruciales para el Ejército... En julio y agosto, medidas especials vs. el narco

JORGE ALEJANDRO MEDELLÍN

La transición a la democracia en México está fracturada. Con ella quedaron rotas o truncadas las vías para modernizar, readecuar o atemperar a instituciones vitales para la subsistencia del sistema político mexicano.

Entra estas destacan las fuerzas armadas, no solo por la grave coyuntura en materia de inseguridad que vive el país y por la errática respuesta del gobierno ante la acción del crimen organizado.

La Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), la Fuerza Aérea Mexicana (FAM), y la Secretaría de Marina-Armada de México (Semar), viven momentos cruciales, quizá decisivos, no solo para responder en lo inmediato al reto de la actividad delictiva de los siete cárteles de la droga que operan en México, sino para reestructurarse, depurarse, diseñarse de nuevo como instancias modernas más allá de sus propios lastres y sellos partidistas.

De no hacerlo, la predicción de general Guillermo Galván formulada en el histórico informe “Panorama General de las Fuerzas Armadas Mexicanas, Octubre 2007”, se cumplirá al pie de la letra y en menos de cinco años el país no tendrá garantes de la soberanía, ni de la seguridad interior y mucho menos exterior, sino un esquema de seguridad fragmentado, altamente vulnerable, desgastado, inútil y una estructura militar mediocre, corrupta, añeja, inoperante, desautorizada por la sociedad civil.

Pero no es sólo culpa o responsabilidad de los militares mexicanos. La otra parte que explica sus limitaciones se encuentra, curiosamente, en el exterior, en las oficinas de instancias como el Centro de Investigación y Seguridad nacional (CISEN), en los recintos en los que se manejan las agendas de inteligencia de la PGR o de la Policía Federal Preventiva (PFP) e incluso de la Agencia Federal de Investigación (AFI).

En esos lugares se ha construido también la debacle de los órganos de inteligencia mexicanos, que hoy más que nunca aparecen divididos, recelosos en la cooperación anticrimen, sectarios en la aplicación y compartición de sus archivos y por ende del control de la información altamente sensible que, por ejemplo, ha hecho que el Ejército tenga al 25 por ciento de sus tropas operando en la XII Región Militar, en los estados de Coahuila y Chihuahua.

Allí se concentran más de 15 mil soldados, una treintena de generales, decenas de jefes, centenares de oficiales y miles de elementos de tropa en lo que quizá sea un esfuerzo final por acabar con las expresiones más crudas del narco (no de acabar con el narco en sí, porque eso es imposible) en el norte del país.

En estos días, los altos mandos militares y sus asesores, la gente con mayor experiencia en el medio militar, sostienen encuentros sin parar, se reúnen y diseñan y rediseñan estrategias para abrir flancos de acción y, por desgracia, cubrir otros que han quedado sin reguardo, como es el caso de las campañas de erradicación de cultivos ya sea por tierra o por aire.

Los datos sobre el fracaso de estas agendas que desde 2007 quedaron en manos de la Fuerza Aérea Mexicana son contundentes. En el gobierno de Felipe Calderón se han erradicado poco más de 3 mil 740 hectáreas de plantíos de enervantes, mientras que con Vicente Fox se erradicaban por aspersión y a mano un promedio de 12 mil hectáreas al año entre 2000 y 2004.

Una de las explicaciones sobre este punto tiene que ver con la incesante ocupación de las tropas en el combate frontal al narco, en un esquema que mantiene a 45 mil soldados en tareas de lucha durante periodos de 40 días, tras los cuales son relevados por otros 45 mil efectivos.
Es decir, 90 mil elementos en activo, en total, casi la mitad del Ejército y Fuerza Aérea juntos en una sola misión.


El desgaste ha sido severo. Los costos y consecuencias se traducen hoy día en medidas que algunos comenzarían a llamar desesperadas. Una de ellas se materializará entre julio y agosto de este año y afectará a la cantera militar en forma insospechada.

Y es que a estas alturas comienza a haber dificultades en el alto mando para echar mano de tropas frescas para cubrir los huecos que está dejando –entre deserciones, bajas, agotamiento y hartazgo– el combate al narcotráfico.

Carentes de presupuesto y de programas reales de modernización que no sólo se limiten a compra de armamento, sino que aborden modificaciones a su estructura operativa y conformación de mandos, que consoliden una división y separación de las armas que culmine en una auténtica estrategia de lucha contra el crimen organizado, las fuerzas armadas mexicanas siguen navegando en la improvisación para atacar a un enemigo al que jamás visualizaron en su verdadera magnitud, ni en las aulas ni en el teatro de operaciones.

CENTINELA…
Uno.- Los ojos del Gran Hermano (léase gobierno de los Estados Unidos y sus agencias de espionaje) tienen una presencia en nuestro país, calculada en al menos 400 “primos” que interactúan diariamente con usted, conmigo, con todos mundo desde diversos e insospechados “frentes”, informando a sus jefes sobre lo que ocurre a cada paso en los rincones del país.

Tan solo en la embajada de los Estados Unidos operan 16 agencias de inteligencia. De éstas, 6 están ligadas al Pentágono, es decir al ala militar de la Casa Blanca.
Este nicho de inteligencia mantiene dispersos a alrededor de 4 mil informantes al servicio del gobierno norteamericano.
¿No se siente usted más seguro y protegido con tanta vigilancia…gringa?

Dos.- No se ponen de acuerdo en la Secretaría de Marina y en la Cámara de Diputados sobre la presunta participación de la de dependencia -en un esquema más amplio y directo- en el Operativo Conjunto Chihuahua.

Mientras el legislador César Duarte asegura a los medios que la Marina ya es parte del fracasado operativo que encabeza la Sedena, los voceros navales dicen que no hay tal, que no se ha aprobado nada al respecto. Total, entre más desorden, ni quien se fije.

Tres.- Por cierto, mientras la Armada de México se muestra muy favorable a una integración abierta y sin prejuicios con las fuerzas navales norteamericanas (Servicio de Guardacostas) para crear un frente antinarco, la Sedena sigue resistiéndose y al parecer sólo aceptará renovar los acuerdos de adiestramiento militar, de materiales de guerra y de implementos contemplados en la Iniciativa Mérida como parte de los acuerdos con el almirante Mike Mullen, Jefe del Estado Mayor Conjunto de las fuerzas armadas norteamericanas.

La última carta contra el crimen organizado.

Publicado el 2 MARZO 2009.

El sitio a Ciudad Juárez...CISEN no coopera...¿Y dónde está el terrorista?

JORGE ALEJANDRO MEDELLÍN

Comenzó el sitio militar a Ciudad Juárez y con el, una cadena de escenarios probables avizorados por el alto mando militar, no todos positivos.
Entre ellos destacan: el esperado efecto cucaracha de la delincuencia organizada y su expansión –en lo inmediato– a otros estados, como Nuevo León, Coahuila, Durango y Zacatecas, así como el recrudecimiento momentáneo de la violencia en esa plaza y la aparición de ejecutados y decapitados en otros puntos del país.
También se espera, según el balance del alto mando, que aumenten las quejas por violaciones a los derechos humanos.
Se trata de los “efectos no deseados” de los que habló con anticipación el general Guillermo Galván en su discurso del Día del Ejército, el pasado 19 de febrero.
Para ello la Sedena prepara, junto con el reforzamiento de la Operación Conjunta Chihuahua, varias medidas para que la actuación de los militares sea transparente, dentro de lo posible.
Entre las medidas figurará la de permitir la presencia de observadores y visitadores de derechos humanos que in situ revisarán determinadas operaciones, como el funcionamiento de puestos de control carreteros en los accesos y salidas de Juárez, para garantizar que los militares no actuarán de manera arbitraria atentando contra los habitantes de esa ciudad.
Sin embargo, el Ejército Mexicano enfrenta varios problemas que se han reflejado en el ámbito de su operatividad en Chihuahua desde marzo de 2008, cuando entró en marcha el operativo conjunto.
El más importante de ellos es la falta de cooperación del Centro de Investigación y Seguridad Nacional (CISEN), que se ha negado sistemáticamente o ha retardado la entrega de información sensible a los mandos de la XI Región Militar, encabezado por el general de brigada Marco Antonio González Barreda, y apoyado por los mandos de las cinco Zonas Militares que la componen.
Cerca de 30 generales adscritos a la XI Región Militar integran la cadena de mandos que hasta el momentos encabeza el general Felipe de Jesús Espitia Hernández (6459590), ex jefe de la Sección Séptima (Operaciones Contra el Narcotráfico) y de Inteligencia Militar.
Espitia es el comandante de la 5ª Zona Militar con sede en Chihuahua, Chihuahua.
El plazo para desplegar en Ciudad Juárez y en otros puntos cercanos a la fuerza operativa del Ejército es de 10 días.
En ese lapso se triplicarán las bases de operación, los retenes, los cateos, las detenciones basadas en decenas de averiguaciones previas de la PGR y apoyadas por una treintena de agentes del Ministerio Público federal.
Uno de los puntos iniciales para romper el control básico de los cárteles de Juárez, de Sinaloa y de Michoacán en esa ciudad será la detención de narcomenudistas, la ubicación de centros de acopio y lavado de dinero, de bodegas de droga, de casas para guardar c armas de fuego.
La Sedena operará en esta primera etapa con información básica sobre los 60 puntos clave (brechas) de entrada de armas y cartuchos hacia Chihuahua, y lo hará en parte con información proporcionada por los Estados Unidos y con datos recabados y decantados en Monterrey por militares altamente especializados en el tema del narcotráfico que trabajaron durante casi diez años en lo que hoy es el Centro Nacional de Planeación e Inteligencia (CENAPI) de la PGR y que antes se denominó CENDRO (Centro Nacional de Combate a las Drogas).
Desde Monterrey se apoya con información detallada el operativo en Chihuahua, pero los esfuerzos de inteligencias y contrainteligencia del Ejército no han ido al fondo ni han fructificado como se esperaba debido a la falta de cooperación del CISEN, que se reserva datos para entregarlos únicamente e la Secretaría de Seguridad Pública Federal (SSPF) y en ocasiones a la PGR.
La queja de los militares en este sentido es constante y se ha agudizado en los últimos tres meses, tiempo en el que la ausencia de datos sobre puntos calientes” en Ciudad Juárez que debió proporcionar el CISEN hubiera sido vital para asestar golpes fuertes a las estructuras de los cárteles que ahí operan, señalaron a este espacio mandos de la Defensa Nacional.
Pese a que los cálculos del alto mando y de los brillantes estrategas de Los Pinos giran en torno a la efectividad del reforzamiento militar en Juárez para “ponerle punto final” a la delincuencia organizada en esa ciudad, lo cierto es que no hay nada más lejano a la realidad que la frase de presidente Calderón.
Los tres escenarios inmediatos planteados por la Sedena al respecto son:
1.- Incremento momentáneo de la violencia en Ciudad Juárez ante la presencia militar.
2.- Desplazamiento de sicarios a puntos aledaños de Chihuahua para reactivar la respuesta violenta y,
3.- Probables ataques de mayor envergadura tanto instalaciones militares como a funcionarios de alto nivel, como represalia a la acción emprendida en Ciudad Juárez.
La Sedena espera reducir de manera significativa las ejecuciones en la ciudad fronteriza, abatir la actividad de narcomenudeo, desmantelar momentáneamente el tráfico ilegal de armas de fuego y explosivos, y de manera especial coadyuvar en el combate al incontrolable fenómeno de la extorsión a pequeños, medianos y grandes empresarios en la entidad.
El detalle en torno a este esquema operativo es que no hay fecha o lapso esperado para establecer resultados con los que se mida el éxito o fracaso de lo ordenado por Calderón e instrumentado por el general Galván y su gente.

CENTINELA…
Uno.- Hace casi una semana las oficinas de la AFI y de la SSPF en el Toreo fueron escenario de una inusual movilización.
El reporte a los mandos más altos en ese lugar indicaba que un terrorista saudí, de nombre Salim, acaba de ser detenido en Polanco, en un restaurante ubicado en la calle de Presidente Mazaryk.
Se le ubicó acompañado de otra persona y ambos habrían ido a parar a los separos de la SIEDO en Reforma.
La Embajada de los Estados Unidos dio aviso a las autoridades antiterroristas de México sobre la presencia de este personaje en el país, quien pudo infiltrarse como turista a su llegada en el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM).
La historia extraoficial de este caso indica que el presunto terrorista fue identificado por agentes norteamericanos quienes dieron aviso a la AFI y SSPF, pero no a la Sedena.
De esto hace una semana y hasta la fecha nada se sabe sobre el supuesto saudí que movilizó la noche del pasado jueves a los agentes de la AFI.


¿En dónde está el terrorista?

La militarización, sin obstáculos... y lo que falta

Publicado el 20 FEB 2009.

Galván piden más facultades vs. el narco...Toques de queda, cateos...

JORGE ALEJANDRO MEDELLLÍN

El aniversario 96 de la creación del Ejército Mexicano transcurrió entre la presión mediática y propagandística de los cárteles de la droga, la torpeza discursiva (o la indiscreción) del secretario de Economía, Gerardo Ruiz Mateos, así como los esfuerzos de presidente Calderón para recompensar el olvido histórico hacia las fuerzas armadas y la postura solidaria del general Guillermo Galván, asestándole a Carlos Slim un guantazo anticatastrofista, al cerrar su intervención aseverando que “el futuro próspero existe”.

A BUEN ENTENDEDOR…

Las palabras de Galván en su tercer discurso en el Día del Ejército no tienen desperdicio, sobre todo porque perfilan en el corto plazo importantes cambios jurídicos para apoyar la intervención del Ejército en acciones más decididas y delicadas ya sea para atacar a los cárteles de la droga o parta mantener la paz interior, evitando escenarios de presión que lleven a un “Estado fallido”.

Por eso Galván habló muy claro y adelantó la nota de ocho, al anunciar la urgencia de que los legisladores federales doten a la Sedena de más facultades legales para llevar el combate a las drogas a escenarios más crudos y, por ende, peligrosos, “no deseados por la sociedad, como él mismo lo dijo.

Estimamos necesario el debate legislativo para analizar este soporte. Fortalecer las seis jurisprudencias emitidas por la suprema corte en la materia, es un desiderato urgente. Bienvenidas todas las iniciativas e impulsos que se realicen para consolidar esta legislación”.

¿Qué es lo que quiere el general que los legisladores y la presidencia fortalezcan? ¿Hacia dónde se dirige la Sedena en el combate al narco?

Todo lo dicho por Galván es rico en contenidos, especialmente porque no hay nada oculto, o casi nada.

CATEOS,TOQUES DE QUEDA…

La parte medular de su discurso fue precisamente esa; la que dejó en claro las limitaciones legales que, desde el punto de vista militar, constriñen la actuación del Ejército contra los cárteles de la droga en escenarios de choque más directo, una reedición quizá de la guerra sucia de los setentas y parte de los ochenta, pero con un enemigo real y bien armado.

Galván y sus asesores se cansaron de ser emboscados por sicarios que muy probablemente hayan surgido de las propias filas de la milicia.

El general no está dispuesto a que la tropa y sus mandos sigan siendo carne de cañón. Van por todo.

Para ello están reestructurando la dinámica de los mandos regionales, a fin de concentrar el comando operativo en Estados Mayores centralizados en los que las decisiones se unifiquen a partir de criterios y órdenes que pasen por uno o cuando mucho dos canales.

Un ejemplo claro e inmediato es la unificación de los mandos de zona en Veracruz, en donde el general Armando Tamayo Casillas (ex jefe del Estado Mayor Presidencial de Vicente Fox), acaba de asumir el control de las tres zonas militares en esa VI Región, con sede en la Boticaria.

Desde hace una semana los mandos de la 19/a Zona Militar en Tuxpan (General de Brigada Pedro Felipe Gurrola Ramírez; de la 26/a Zona Militar, en El Lencero (General de Brigada Miguel Gustavo González Cruz, y de la 29/a Zona Militar con sede en Minatitlán (General de Brigada José Luis Medina García), quedaron bajo la coordinación y mando centralizado de Tamayo para operaciones contra los cárteles de la droga (léase Zetas) que operan en esa zona.

La Sedena planteó de manera abierta que diputados y senadores retomen las seis tesis de jurisprudencia emitidas en 1996 por la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), en las que se fundamento de maneta controversial la participación militar en el combate antidrogas, pasando por encima del precepto constitucional que ordena a la tropa permanecer en sus cuarteles en tiempos de paz (Artículo 129 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos).

El reclamo de la Sedena es revelador, porque plantea además que los escenarios percibidos por los mandos militares ubican como urgente una acción bélica con la que se estaría a tiempo para frenar una debacle causada por el crimen organizado.

De ahí la pregunta planteada al principio de este espacio: ¿habló el secretario de Economía sin conectar la lengua con el cerebro o acaso sabe, como muchos miembros del gabinete, que el Ejército está por librar importantes batallas contra el narco?

De ahí también el anticipo militar en el que se hace énfasis en la cuestión de los derechos humanos. El Ejército anunció en su día que ocurrirán cosas no deseadas por la ciudadanía.

Y en tercer lugar, la postura de la Defensa Nacional anuncia en definitiva que las directrices para enfrentar al narcotráfico en todas sus formas, son y serán dictadas por las fuerzas armadas.

CENTINELA…

Uno.- En ese tenor andan los nervios del Ejército; a la defensiva, intransigente, cerrado a la transparencia, evasivo y distante de la prensa. Una muestra de ello fue la actitud de dos oficiales de Comunicación de la Sedena el 9 de febrero, durante la ceremonia de la Marcha de la Lealtad en el Castillo de Chapultepec. Los reporteros convocados al evento fueron acomodados junto a un grupo 35 oficiales de Fuerzas Especiales. Con dos de ellos comenzó una plática sencilla, informal, sobre el significado de las condecoraciones y escudos.

Fue suficiente para que el Mayor Joel Cornejo Oliver y el Teniente Mendieta hicieran bajar de la tribuna metálica, de mal modo, a los tenientes para reprocharles el platicar con la prensa. Ambos regresaron contrariados, tras el regaño o la amenaza, y no volvieron a hablar con los reporteros.

Dos.- En los próximos días el ex fiscal de Delitos del Pasado, Ignacio Carrillo Prieto, presentará en la Universidad de Harvard su libro, su versión sbre el fracaso de la instancia encabezó.
Entre otros temas, el jurista asegura que en realidad la Sedena nunca le permitió acceder a los documentos del 2 de octubre de 1968, y que todos fue simulación y dilación para bloquear su trabajo.

Tres.- El Centro de Estudios en Seguridad Pública (CESP) consideró que los organismos de inteligencia del país, como el CISEN y la Secretaría de Seguridad Pública Federal (SSPF), minimizaron o no fueron capaces de prever las movilizaciones de los "tapados" en Monterrey, previo a la celebración del Día del Ejército que encabezó el presidente Felipe Calderón en esa ciudad.

El CESP, que dirige Adolfo Miranda Castillo, señala en su análisis sobre las protestas callejeras de los "tapados" que "si se toma en cuenta que ya existían antecedentes de expresiones públicas de repudio a las acciones del ejército en zonas de influencia de la delincuencia organizada tanto en Sinaloa como recientemente en Nuevo León, es claro que el servicio de inteligencia mexicano, el CISEN, no procesó adecuadamente los datos de los riesgos o que los minimizó".

Agrega que "la impresión que prevalece es que tras las declaraciones del secretario de seguridad Genaro García Luna en respuesta los hechos de Monterrey, la reacción del crimen organizado fue escalar la dimensión de la operación a todo el noreste del país".

El poder de fuego del Ejército.

Publicado el 16 FEB 2009.

Costos de la lucha vs. el narco...Lleve sus granadas

JORGE ALEJANDRO MEDELLÍN

Documentos oficiales de la Defensa Nacional indican que en los almacenes de Materiales de Guerra de la dependencia existen actualmente poco más de 233 mil granadas calibre 40 milímetros y que las tropas cuentan solamente con 201 aditamentos para utilizarlas.

De esa cantidad de granadas, sólo 10 mil están disponibles para ser vendidas a los cuerpos policíacos del país, con la reserva de que éstos deben contar con almacenes y personal adecuado para resguardar las piezas, de lo contrario no les serán vendidas.

Otro dato oficial señala que nuestras tropas cuentan actualmente de poco más de 1 millón de granadas de mano (defensivas, ofensivas, de humo, de aturdimiento).

De esa cantidad sólo se puede vende a los cuerpo policíacos del país 15 mil granadas de mano defensivas y 15 mil ofensivas, previa acreditación la capacidad y adiestramiento de sus agentes para manejarlas y almacenarlas en sitios apropiados.

Los exámenes de los agentes policíacos los realizará la Sedena en el Distrito Federal y en las entidades en las que se solicite la venta de granadas de mano para los policías.
Pudimos conocer también el precio de las granadas de las que podrán disponer los cuerpos policíacos del país.

Las granadas de mano Ofensivas tienen un costo comercial unitario de 117.57 pesos, incluyendo el IVA.

Las granadas de de mano Defensivas cuestan 205.03 pesos cada una y las granadas calibre 40 milímetros de velocidad lenta, tienen un precio comercial de 329.64 pesos por pieza.

Esta información es vital importancia en el actual contexto de la contraofensiva de uno de los cárteles que operan en el país, el de los Zetas, como consecuencia de los golpes recientes a su estructura, como la detención hace unos días de Octavio Almanza Morales, el “Gori4”, jefe o encargado de la plaza de Cancún detenido por haber organizado la ejecución del general Mauro Enrique Tellos Quiñones.

La captura del Gori y sus compañeros de célula al parecer caló fuerte entre la organización.

Horas después de que el Ejército y la PGR dieron a conocer su detención se reavivaron los ataques con granadas de fragmentación en contra de policías y militares, precisamente en Michoacán, en donde el general Tello tuvo mando de tropas en la 21 Zona Militar.

A ese ataque le han seguido otros más en las plazas en las que la gente del cartel de Sinaloa y los Zetas se pelean el control.



DESARMADOS Y RETRASADOS

Los gobiernos estatales y municipales que deseen comprar armamento de alto poder a la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), deberán esperar entre 150 y 180 días para obtener piezas tales como Aditamentos para Lanzagranadas calibre 40 milímetros.

Esto, debido a que la secretaría no cuenta por el momento con tales implementos y debe hacer los pedidos necesarios de compra al extranjero, principalmente a empresas de los Estados Unidos.

Además, aún faltaría el adiestramiento de los cuerpos policíacos a los que se buscara dotar con armas largas automáticas y de alto poder, y a la fecha son menos de diez estados los que han solicitado de manera formal acceder a este tipo de material de guerra.

Por si fuera poco, entidades como Yucatán, el estado de México, Sinaloa, Tamaulipas y Coahuila, han hecho saber que sus policías están plenamente capacitados para manejar granadas ofensivas y defensivas y también lanzagranadas calibre 40 milímetros.

Es decir, que no estarían muy dispuestos a que sus policías de elite volvieran tomar cursos especiales si ya conocen ese tipo de material.

La Sedena, dese luego, no está de acuerdo. Por eso ha habido retrasos en la aplicación de la estrategia anticrimen.

Hasta octubre de 2007, la Defensa Nacional contaba en total -sumando todos los tipos de cartuchos existentes en sus almacenes y depósitos militares- con 331.3 millones de piezas. No está mal.

Pero no todo son malas noticias, porque la Sedena ha asegurado a legisladores federales que la industria militar mexicana es capaz de fabricar anualmente un promedio de 15 millones de cartuchos de diversos calibres, lo que cubriría de sobra el 98 por ciento de las necesidades anuales.

También se pueden fabricar en la Sedena 182 mil granadas de diversos tipos y calibres, “lo que equivale al 30% de la dotación anual”, indica la propia dependencia en sus documentos oficiales.

El problema ahora radica en que una vez más el peso del combate frontal al narco recae de nuevo en el Ejército, que se colocó en la mira de los Zetas al desarticular a la célula que controlaba el paso de drogas, dinero y armas por la península de Yucatán.

Los granadazos en contra de cuerpos policíacos sólo buscan minar aún más la poca o mediana cohesión que exista entre estos y los mandos militares de zona y de región en la lucha contra los cárteles.

La gran paradoja detrás de los granadazos radica en que mientras más ataques se produzcan, más se reforzará el argumento de que los cuerpos policíacos necesitan con qué defenderse.

En todo esto, ¿quién gana?

CENTINELA…
Uno.- El hecho “inédito” que constituyó la presencia de tropas de un Batallón de Infantería del Primer Cuerpo del Ejército (ICE) en la ceremonia inaugural del Consejo Nacional del PAN, obedeció a una orden presidencial no solo para resguardar a los asistentes al sitio de encuentro blanquiazul, sino para dar una imagen de unidad nacional en todos los frentes posibles.

Dos.- Sigue viento en popa la cooperación antinarcóticos entre la Armada de México, a DEA, el Servicio de Guardacostas y e Sistema Hemisférico de Información, con el aseguramiento el fin de semana de casi siete toneladas de cocaína que iban ocultas en el pesquero “Olaf”.
El buque fue marcado dese su salida de un puerto nacional. Dieron resultado las escuchas silenciosas en puerto y el intercambio de datos con los servicios de inteligencia norteamericanos.

Tres.- Es intensa la actividad de la Sedena y del CISEN de cara al aniversario del Día del Ejército, que se conmemorará el 19 de este mes en Monterrey, Nuevo León, en donde se intenta desarticular cualquier posible atentado o demostración de fuerza de los cárteles de la droga ante la presencia militar y del presidente Felipe Calderón.
El reto del narco es clarísimo. La respuesta del sistema se está dando fuera de reflectores.

viernes, 24 de abril de 2009

Infiltrados del Ejército en el narco.

Publicado el 13 FEB 2009.

Los invaluables servicios del "Chuy"...Militares y privilegios

JORGE ALEJANDRO MEDELLÍN

INTELIGENCIA Y CONTRAINTELIGENCIA DEL NARCO

¿Cómo compensarle al "Chuy los invaluables servicios de inteligencia prestados con toda oportunidad a la Sedena y a la PGR?


Sin su oportuna aparición hubiera, sido muy difícil que los asesinos del general Tello Quiñones y sus acompañantes cayeran en manos de la Sedena y la PGR.

Ni idea. Tal vez los únicos que sepan en dónde localizarlo o cómo contactarlo -por aquello de las denuncias oportunas- sean los oficiales del Centro de Inteligencia Antinarcóticos (CIAN) del Ejército, o tal vez los mandos de la Sección Séptima (Operaciones Contra el Narcotráfico) de la Defensa Nacional.

Por alguna razón el general Luis Arturo Oliver Cen, Subjefe Operativo del Estado Mayor de la Defensa Nacional (EMADEN) dio a conocer el dato.

Dijo en su intervención ante la prensa, que este personaje había pedido que se hiciera pública su identidad virtual, es decir, que los Zetas y la gente del cartel del Golfo supieran que él, el tal "Chuy" era el delator o en todo caso el encargado de buscarlos, de dar con ellos y de ponerlos.

El "Chuy" los siguió, dio con ellos y los puso, y la Sedena fue la vía para lograr la notoria y multicomentada captura de Zetas que, para no variar, pertenecieron el Ejército Mexicano entre 1997 y 2004.

Todos salieron ganando, porque además ahora se sabe que este mismo grupo o varios de sus integrantes estuvieron involucrados en otras cruentas ejecuciones, apuñalamiento y decapitaciones de soldados y oficiales en el norte del país.

¿CUAL PODER DE FUEGO?

Por cierto, en esta hora de granadazos y ataques contra puestos militares y policíacos, de lanzacohetes y aditamentos lanzagranadas, es necesario advertir que los gobiernos estatales y municipales que hayan pretendido hacerse de este tipo de piezas para enfrentar a los cárteles se van a llevar una desagradable sorpresa.

En primer lugar, la Sedena solo dispone de 30 mil granadas de mano (entre defensivas y ofensivas) para venderlas a los cuerpos policíacos que no solo las soliciten, sino que además demuestren que sus espantados elementos saben cómo usarlas y almacenarlas.

En segundo lugar, si los policías de la república, s sus gobernadores, ediles, alcaldes y jefes tenían la idea de que también les surtirían granadas de 40 milímetros a la brevedad para combatir al narco, se equivocaron en varios detalles que no averiguaron antes de escribir sus cartas de navidad.

Esto, porque la Sedena sólo dispone de menos de 300 aditamentos lanzagranadas en sus almacenes y estos son solo para sus efectivos en todo el país.

Ante esa situación, la Defensa Nacional acaba de informar a gobernadores y alcaldes que los lanzagranadas para sus muchachos deben ser comprados al extranjero a través de la instancia que encabeza el general Guillermo Galván Galván, y que tales aditamentos tardarán en llegar a México algo así como… seis meses.

LA IMPORTANCIA DE VESTIR DE VERDE

La estructura del sistema de seguridad, inteligencia y luchar el crimen organizado en México está “desintegrada y descentralizada".

Esto ha permitido que la delincuencia y los llamados “actores irregulares” o nuevas amenazas sena favorecidos por el desorden institucional, sostiene el investigador Raúl Benítez Manaut en sus análisis sobre “Seguridad y defensa en México: proceso de toma de decisiones y amenazas”.

En el texto forma parte del informe Reforma de las Fuerzas Armadas en América Latina y el Impacto de las Amenazas Emergentes”, editado por el Woodrow Wilson International Center for Scholars, y el Centro de Estudios de Defensa Hemisférica.

El análisis explora los cambios, avances y retrocesos de las fuerzas armadas del continente a partir de su rol en el combate a la delincuencia en distintos niveles bajo diversos esquemas de combate desarrollado en cada país.

En el caso de México, Manaut revisa los escenarios en los que han evolucionado las fuerzas armadas y los cuerpos e instancias de seguridad que deberían trabajar bajo esquemas unificados pero que en realidad operan por separado, sin criterios unificados y en medio de un fuerte desequilibrio.

En este panorama, las fuerzas armadas mexicanas han salido siempre bien libradas, conservando importantes espacios de autonomía en los que las decisiones sobre el presupuesto militar, los ascensos de altos mandos, así como las políticas de combate a la criminalidad y mantenimiento de la seguridad interna son dictadas por la cúpula militar.

A este fenómeno Raúl Benítez lo llama “securitización”, y asegura que la defensa nacional del país tiene ese sello.

Esto significa que “las misiones internas determinan la organización y el despliegue de las Fuerzas Armadas, tanto la división en regiones y zonas militares como la concentración de efectivos por estado de la república”.


CENTINELA...
Uno.- Sedena y SSP Federal endurecerán en las próximas semanas sus operativos contra cárteles de la droga.
En el primer caso lo harán por las afrentas contra mandos, jefes, comandantes y tropa, qeu en los útimos cuatro meses le han significado a la Defensa Nacional la pérdida de al menos 40 elementos, algo que no sucedía en el pasado, cuando la lucha antidrogas era asunto sólo de la PGR.

Dos.- Se adelantó para este fin de semana el zarpe del Buque Escuela Cuauhtémoc, de la Armada de México, debido a que su viaje de instrucción anual para Guardiamarinas podría empalmarse con el inicio de la Regata del Bicentenario.

Tres.- Interesante será el resultado del encuentro de alto nivel que este viernes 13 de febrero sostendrán cerca de la Sedena el Nuncio Apostólico Christophe Pierre y altos mandos de la Defensa Nacional.

Hay de fiestas a fiestas.

Publicado el 9 FEB 2009.

MASIOSARE.

Día del Ejército...¿Qué celebrar?...Agendas pendientes
JORGE ALEJANDRO MEDELLÍN

Los problemas de reclutamiento y la deserción siguen sangrando a las fuerzas armadas mexicanas, en particular al Ejército. Cifras oficiales y datos estadísticos, aunados a la opinión de expertos, muestran un panorama por demás inquietante y riesgoso. ¿Cuánto más aguantará la estructura de la fuerzas armadas. ¿Cuándo y cómo llegarán cambios a fondo?

En un país con creciente desempleo, nulas perspectivas de desarrollo para los jóvenes y una cancelación casi definitiva de ascenso social entre los hombres y mujeres de zonas marginadas, la intención de la Sedena resulta muy difícil de lograr, por decir lo menos.

De ellos, de mujeres y hombres de clase baja y marginal, algunos venidos del campo y otros de colonias periféricas a la ciudad, se nutren las filas del Ejército.

Pero para el Ejército las perspectivas no son alentadoras.
Año con año la Defensa Nacional ve disminuir las cifras de reclutamiento en todo el país y al mismo tiempo vive una sangría por las constantes deserciones sufridas.

La crisis social y la de seguridad pública alimentan a esta nueva serpiente que termina mordiéndose la cola.

SER TROPA

Según datos de la Sedena, el sueldo mensual de un soldado raso es de unos 6 mil 101 pesos con 12 centavos, cantidad bruta a la que habrá que irle descontando préstamos, impuestos y lo que surja en el camino militar.

El detalle de esos números muestra que el sueldo (Haber) de un soldado es de 2 mil 305 pesos con 85 centavos. A este se le agrega un "Sobre Haber del Haber" de 2 mil 75 pesos con 27 centavos.

Se le suman luego 100 pesos de ayuda de Despensa, y otros 120 pesos de Previsión Social Múltiple.

Después viene la llamada Compensación Técnica al Servicio, que consiste en un apoyo económico de 1,500 pesos (solicitado por el general Guillermo Galván a los legisladores para incentivar a la tropa y evitar las deserciones).

El Total de Percepciones Brutas de 6,101.12 pesos al mes.

El salario del soldado raso es menor que el percibido por un policía judicial del Distrito Federal (11 mil 500 pesos para los agentes nuevos; 19 mil pesos para los jefes; 22 mil para Comandantes y 25 mil para Comandantes en Jefe) y que el de un Policía Preventivo, Auxiliar o Bancario.

PRECARIO EQUILIBRIO

A este panorama se añaden las constantes deserciones, que se han traducido en el abandono de más 150 mil militares en la última década.

En respuesta a esta situación, la Sedena ha dicho en su momento que si bien la deserción asciende en promedio a 20 mil efectivos por año, otro tanto se incorpora al Ejército ya sea por reclutamiento o por ingreso a sus planteles educativos.

De cualquier forma el equilibrio sigue siendo precario. La vida militar ya no parece una opción suficientemente sólida y el reclutamiento va a la baja, sostiene José Luis Piñeyro, catedrático de la UAM Azcapotzalco.

El fenómeno, dice, puede explicarse a partir de realidades concretas en las que predomina el agotamiento del esquema de la vida castrense como una opción atractiva, ya que al paso de los años o en pocos meses el nuevo soldado descubre que si bien tiene garantizados ciertos beneficios, también ve que sus posibilidades de ascender socialmente son cada vez más reducidas o nulas.

Al mismo tiempo, los salarios de la tropa –que conforma el grueso de las filas militares del Ejército- siguen siendo muy bajos. En muchos casos son menores a los de cuerpos policiacos municipales y estatales.

Además, los soldados están siempre lejos de sus familias, sujetos a un desgaste continuo, enfrentados al crimen organizado, expuestos a las venganzas de sicarios, al maltrato de sus jefes y la tentación de vincularse con cárteles de las drogas.

DESEMPLEO JUVENIL Y RECLUTAMIENTO

Para el investigador del Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropología Social (CIESAS), Gonzalo Saraví García, el asunto va más a fondo y se relaciona con la pérdida de expectativas y horizontes de progreso por parte de los jóvenes de entre 13 y 20 años de edad, pertenecientes a grupos sociales marginados.

Ese es precisamente el sector del que se nutre mayormente el Ejército Mexicano. Saraví señala que ese panorama de agotamiento y terrible desencanto de los jóvenes podría explicar, al final del esquema, la desilusión ante la opción de la vida militar pero también su resultado final: las deserciones en las fuerzas armadas.

Sus estudios con jóvenes de sectores marginales acerca del desempleo le han permitido ver que los muchachos buscan otras vertientes para tratar de insertarse en la sociedad, dejando de lado posibilidad de la vida en los cuarteles.

Mediante encuestas hechas para sondear sus intereses, perspectivas y movilidad social, Saraví ha confirmado que los jóvenes no ven en la vida militar una salida o solución a su problema fundamental, que es la falta de una perspectiva real de vida y crecimiento personal.

"Entre los jóvenes de sectores populares con los que he trabajado desde hace varios años, muy pocas veces aparece la opción de enrolarse en el Ejército para cubrir una necesidad o una perspectiva de vida.

Si acaso llegan a plantearse la posibilidad de convertirse en policías o en todo caso en Judiciales, porque ganan más dinero de una u otra forma", señala el académico.

"Comienzan entonces a brincar de trabajo en trabajo, ya sea porque no llena nunca sus expectativas, porque el sueldo es malo, porque se les exige mayor nivel educativo o porque lo que ganan se va quedando corto y no cubre los gastos básicos y además no les deja dinero para al menos divertirse".

Ese comportamiento se va traduciendo en una volatilidad ante el empleo, que a la larga deriva en el abandono.

CENTINELA...
Uno.- >Las líneas de investigación que sigue el Ejército Mexicano en el caso de la ejecución del general Mauro Enrique Tello Quiñones, se centran en una venganza de los Zetas, que desde Michoacán habían señalado al militar como un objetivo debido a su constante golpeo a los intereses de ese grupo delictivo.

Dos.- La Armada de México hace cuentas una y otra vez para saber con certeza si le va a alcanzar el presupuesto para comprar los seis aviones Persuader que pactó con la empresa española EADS CASA, y cuyo costo total sería en principio de 235 millones de dólares.
El precio acordado en 2007, prevé fluctuaciones por una "eventual" inestabilidad financiera. De un año a la fecha, el costo de las naves se ha incrementado en 20 por ciento. ¿Que hará Saynez?

Tres.- El Comando Sur de los Estados Unidos menciona en el número más reciente de su revista DIALOGO, el creciente uso de semisumergibles por cárteles colombianos.
La publicación destaca la intercepción de la Armada de México del semisumergible frente a Huatulco, en julio de 2008.

La invasión, por ingobernabilidad ante el narco.

Publicado el 2 FEB 2009.

Juegos de guerra éxico vs. EU...El Pentágono militarizará la frontera

JORGE ALEJANDRO MEDELLÍN

Las presiones del Pentágono y de diversos personajes de la política exterior y de seguridad interior de los Estados Unidos continúan sobre México, a unos días de la llegada al poder de Barack Obama.

Lo que en principio apareció como un agudo señalamiento del lado norteamericano en torno al clima de violencia e ingobernabilidad en ciertas zonas del país por la acción del narcotráfico, se convirtió rápidamente en evidencia de lo que al parecer sería la postura final de la Casa Blanca sobre la situación de México.

EL UNIVERSAL dio cuenta en su momento de las primeras posturas y evaluaciones de alto nivel en las que se equipara al país con zonas de condlicto y desorden que propiciarían una necesaria intervención militar norteamericana para salvaguardar sus intereses en la región.

A esas declaraciones se han sumado otras posturas como la del Pentágono, en la que se insiste en colocar a México en una lista de paíeses con probables Estados fallidos.

Sin embargo, el punto central de esta discusión deberá definirse cuando la Casa Blanca, llegado el momento, fije de manera oficial su postura al respecto.

En tanto, creo que la ola declarativa forma parte de la toma de posisicones de los grupos de poder y contrapeso en los altos círculos de la política norteamericana.

No obstante, la vuelta de tuerca que Obama y sus asesores le van a dar a su política fronteriza con México sentará un precedente cargado de fuerte preocupación.

LO QUE PREPARA EL PENTÁGONO

La intranquilidad acá, en México, es patente porque el gobierno norteamericano preoara a toda marcha la militarización de su frontera para evitar escenarios sorpresivos por la inestabilidad, torpeza y corrupción percibida en el país.

Es un hecho que Washingotn prepara el adiestramietno de un cuerpo especial del Ejpército Norteamericano para que a más tardar en 2010 ocupe posciones estratégicas en la frontera con México.

Los militares estadunidenses se harán cargo por primera vez en la historia de la seguridad fronteriza ante la posibilidad de un estallido social y político en este lado de la línea divisoria.

Los análisis y textos en torno a este tipo de escenarios indican claramente una tendencia inmediata hacia una de las agendas que los republicanos mandaron a la basura durante décadas y que ahora sus sucesores pretenderían abordar y resolver como sólo ellos saben hacerlo: por la fuerza.

La Casa Blanca aparece así sorprendida ante una realidad que siempre tuvo frente a sí y jamás atendió a tiempo.

ENSAYOS DE INVASION A MEXICO

En los juegos de guerra diseñados por el Departamento de Estado Nortemericano, las invasiones u ocupaciones de tropas estadunidenses a países con severas trubulencias sociales son frecuentes.

México siempre ha estado incluido en este tipo de ejercicios de intervención militar virtual.

El narcotráfico, la corrupción gubernamental, la crisis económica, la violencia y la migración ilegal, aunadas a la la incapacidad de sus gobernantes para enfrentrar estos problemas han colocado cíclicamente al país en la mira del Pentágono.

En 1998, el ex secretario de Defensa de los Estados Unidos, Caspar Weinberger escribió, junto con el analista Peter Schweizer, el libro "The Next War" (La siguiente guerra), en el que se describe a detalle la ocupación militar de un México azotado por el desorden.

Weinberger plantea cinco escenarios de inestabilidad en Corea, China, Irán, Rusia, México y Japón.

En el caso de México, el narcotráfico, la violencia generalizada, la inestabilidad económica, la migración ilegal y la corrupción son los detonantes para una invasión diseñada tras el asesinato del imaginario presidente mexicano Lorenzo Zapata, en junio de 1999.

El crimen detona tras la nacionalización de la banca, la fuga de capitales, la migración de siete millones de mexicanos.


La actividad del cartel de las drogas dirigido por el capo "Ávila Ortiz Mena" (sic), se vuelve incontrolable.

Tras el magnicidio, el izquierdista Eduardo Francisco Ruiz asume la presidencia de México, pero a la inestabilidad del país se suman rápidamente sus declaraciones acusando al gobierno norteamericano de sus fracasos.

El diario The New York Times advierte sobre el creciente concenso en la Casa Blanca para intervenir militarmente en México.

En Washington se afinan los detalles de la "Operación Azteca" y se da luz verde para que la Infantería de Marina penetre desde Arizona hacia Chihuahua.

Tres divisiones del Ejército y Marines cruzan la frontera y someten a los militares mexicanos, divididos por el presidente Ruiz, cuyo secretario de Defensa es el general Octavio Rivera.

En tanto, la Fuerza Aérea bombardea al Distrito Federal y a la ciudad de Guadalajaraen operaciones de ablandamiento que buscan una conclusión rápida a la intervención.

Pero, la resistencia surge. El presidente Ruiz y el general Rivera huyen con 2,500 sodados hacia Zacatecas e inician una guerrilla.

La invasión continúa. Las deserciones en el ejército mexicano son cuantiosas. Los norteamericanos pierden solamente a 54 soldados en combate.


La ocupación dura 9 meses y un gobierno provisional que simpatiza con Washington asume el poder.

CENTINELA...
Uno.-El efímero furor causado por la Sedena con la presentación en sociedad de la cadete Andrea Cruz Hernández, cursante del segundo año en el Colegio del Aire en Zapopan, Jalisco, podría disiparse más temprano que tarde por los rumores sobre el extraño empeño de la FAM en que la joven oaxaqueña, de 19 años de edad, se gradúe sin tropiezos.
Será cuestión de semanas para saber si las versiones sobre ciertas ausencias tienen base sólida o si solo se trata de echarle a perder el esfuerzo ala chica y a sus instructores.

Dos.- Por cierto, con la emoción del primer vuelo de Andrea en Zapopan, los reporteros fuimos chamaqueados por la Sedena y la FAM.
El CD con las fotos del adiestramiento de Andrea entregado por la FAM contiene material en el que se revela que su primer vuelo no fue el 27 de enero, sino el día 15, bajo condiciones climáticas adversas.

Tres.- Al menos 192 paracaidistas participarán el 10 de febrero en la Base Aérea Militar de Santa Lucía, cuando se conmemore el 94 aniversario de la Fuerza Aérea Mexicana (FAM).
Los generales que organizan el asunto garantizan que será un acontecimiento de primer nivel.

Hasta el cuello.

Publicado el 26 ENE 2009.

De haber sabido… Aquí andamos… ¿narco o guerrilla?

JORGE ALEJANDRO MEDELLÍN

Por las tardes, de vez en cuando, el general busca refugio seguro fuera de las murallas del cuartel.
Dicen que la última vez que habló con uno de sus pocos hombres de confianza lo hizo fuera de la Sedena, y muy lejos de la capital.

Le confío que las cosas no pintaban nada bien y que por momentos el desorden alrededor echaba abajo los esfuerzos por responderle al enemigo como se lo merece.

Dicen que se sinceró con su amigo de la vida y le confió que ya estaba empezando a arrepentirse de haber aceptado el cargo, que las órdenes y contraórdenes estaban a veces a la orden del día y que sólo con uno del gabinete había cierta afinidad.

Pero por muy arrepentido o decepcionado que esté, el general sabe que sencillamente no puede echarse para atrás.
Para eso decidió ser militar; para no rendirse aunque las condiciones inciten a ello, de manera espontánea o a la de a fuerzas.

Esto sucedió hace apenas dos o tres semanas, y el amigo escuchó al general lamentar el desorden y la complacencia en los más altos niveles, pero sobre todo en las áreas que deberían estar encargadas de llevar a adelante la aplicación correcta de la estrategia de combate al crimen organizado.

Ni como echarse para atrás, ni como dejar la chamba, el encargo, le dijo el amigo y el general se regresó a la ciudad para reanudar la batalla de todos los días, aunque el parque y las tropas y el ánimo se hayan vuelto artículo de lujo.

CUIDADITO.

Las amenazas y asedios del crimen organizado en contra del Ejército y la Armada de México están a la orden del día.
Si la siembra de ejecutados había tocado ya a la Sedena en 2007 -con la aparición de al menos tres vehículos con sendos cuerpos abandonados en las inmediaciones de la Defensa Nacional- la Marina no ha quedado exenta de mensajes y presiones parecidas, pero ahora en la capital del país.

Ahora se trata de la verificación de presencias extrañas en las inmediaciones de instalaciones militares en el Distrito Federal, de amenazas telefónicas y especialmente de la advertencia sobre escuchas telefónicas y de otro tipo de telecomunicaciones en las que los cárteles de la droga estarían interesados.

El caso es que ambas dependencias reforzaron de forma notoria la seguridad perimetral para detectar sujetos y acciones sospechosas.

En las inmediaciones de lo que fue el Toreo de Cuatro Caminos, sobre el puente vehicular que lleva del paradero hacia las puertas 5,6 y 7 del Campo Militar Núm. 1, un transporte militar con una escuadra de militares del 4° Batallón de Infantería están apostados formando un discreto retén que esporádicamente revisa a los automovilistas previamente reportados por células militares en la zona de El Molinito.

Al sur de la ciudad, patrullas de tres o cuatro infantes de Marina recorren a pie el perímetro de la Secretaría de Marina.

Buscan gente sospechosa de intentar colocar explosivos o incluso que trate de intervenir o escuchar comunicaciones telefónicas de las secciones encargadas del manejo de información de inteligencia.

Al interior, en las instalaciones de la Armada de México, la vigilancia también se ha elevado, con rondines y postas de infantes y Fuerzas Especiales en el perímetro muros adentro.

Algo similar sucede en la Sedena, en cuyas instalaciones la vigilancia se ha reforzado con binomios caninos y con militares de civil que rondan en grupos discretos las instalaciones de la Defensa Nacional.

OJOS EN EL CIELO VS. EL NARCO.

La Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) integra desde 2004 una base de datos con imágenes satelitales obtenidas de un grupo de satélites denominado Sistema Spot ERMEXS, que es controlado por la Secretaría de Marina.
La base de datos es construida para llevar un seguimiento puntual de las zonas de siembra y producción de enervantes y opiáceos, así como de su desplazamiento y aparición en nuevos puntos del país.

Se emplea de manera especial para saber si las campañas de erradicación han dado resultado.

Además, el Ejército Mexicano ha modificado y actualizado en estos casi cinco años el 80 por ciento de su base de datos de cartografía.

Las actualizaciones han servido para diseñar, planear e instrumentar diversos operativos contra cárteles de la droga.

El uso del sistema Spot (Satélites para la Observación de la Tierra) ERMEXS ha permitido a la Armada de México y a la Sedena, erradicar y fumigar a la fecha 67 mil 988 hectáreas y erradicar 432 mil 448 plantíos en lo que va del sexenio, según datos del Ejército Mexicano.

En principio este sistema fue aplicado para apoyar los programas y proyectos de la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa) y del Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (INEGI).

Sin embargo, en poco tiempo su uso derivó también en aplicaciones en el terreno militar y de combate al narcotráfico.

Mandos navales responsables del Sistema ERMEXS indicaron que el sistema Spot está integrado por tres satélites que con distintas órbitas navegan el espacio, haciendo recorridos sobre distintos puntos del planeta.

Hace casi cinco años, México contrató los servicios del Satélite Spot 5, que sobrevuela territorio nacional una vez al mes.

Durante cinco días, el Spot 5 toma 811 fotografías de puntos territoriales ya seleccionados o solicitados por las dependencias acreditadas para acceder al servicio.
Esto equivale, en términos técnicos, a una Cobertura, señalaron los mandos navales.

CENTINELA…

Uno.- Inverosímil parece el nuevo narcopacto del que se habla en el norte del país, alcanzado por líderes y personeros de los cárteles para evitar que la sangría siga manchando al de por sí tinto régimen pan-calderonista. Pactos o acuerdos como el señalado por diversos medios de comunicación forman parte de las leyendas urbanas que duran más que las famosas treguas anunciadas.

Dos.- La Secretaría de Marina sigue interesada en adquirir los servicios de una firma estadunidense que le proveería de imágenes satelitales estrictamente para uso militar.El problema es el costo elevado del servicio que daría acceso a la Marina a material de muy alta resolución, capaz de obtener imágenes aeroespaciales de hasta .60 metros de definición.

Tres.- La Sedena reestructurará sus métodos de selección para captar nuevo integrantes para el Cuerpo de Fuerzas Especiales (CFES), ya que en los últimos meses los comandantes de brigadas y batallones habían enviado como prospectos a elementos desordenados o con poca capacidad de colaboración.
La idea era deshacerse de ellos enviándolos al GAFE para meterlos en cintura. El problema es que eso no ha ocurrido y el final, los rebeldes casi GAFES han acabo desertando.

Renovarse o...

Publicado el 16 ENE 2009.

¿Nueva Fuerza Aérea?... Combates urbanos, lo que viene

JORGE ALEJANDRO MEDELLÍN

En un hecho sin precedentes, el pasado 14 de enero el nuevo Comandante de la Fuerza Aérea Mexicana (FAM), el general de División Leonardo González García, se presentó a sí mismo ante los medios de comunicación en su nuevo cargo en las instalaciones de la Base Aérea Número 1, de Santa Lucía.

La presentación fue por demás sorpresiva, pero sirvió para confirmar varias cosas, entre ellas la severa crisis que viven la FAM y el Ejército Mexicano y que obliga una vez más a postergar la siempre fallida modernización de las fuerzas armadas del país.

Además de confirmar en todos sus detalles lo que ya se ha expuesto en este espacio acerca de las deserciones de pilotos de la FAM, del desgaste de sus aparatos, de la carencia de pilotos y tripulaciones y de las limitaciones para vigilar adecuadamente el espacio aéreo mexicano, la aparición del general González dejó en claro varias cosas.

Una de ellas fue la forma en que al alto mando compensó -como nunca se había hecho- el olvido y poca atención en que vive la FAM, permitiéndole a su nuevo Comandante aparecer ante la prensa para adquirir una voz y una presencia que en otros sexenios se limitó siempre a un escueto boletín anunciando el nombramiento de un nuevo mando.

El general González habló durante 15 minutos. Expuso gráficamente algo sobre la situación de la Fuerza Aérea e incluso obsequió a la prensa copia de los documentos leídos y mostrados, pero no aceptó preguntas y salió a toda prisa del comedor de oficiales. No se le volvió a ver.

¿Fue por cautela?, ¿fue por su inexperiencia en el trato con la prensa?, ¿mera precaución o fue que el general Galván sólo le dio permiso para un encuentro breve, aunque directo, con los medios de comunicación? Sólo ellos dos lo saben.

Lo cierto es que la inusitada apertura de la FAM permitió ver más allá de lo escuetamente oficial.

Vimos, por ejemplo, que los 10 aviones F-5 y F-5E “Tigre” estaban concentrados en Santa Lucía y que la mitad de ellos se encontraban en los talleres en reparación.

¿En dónde están la vigilancia estratégica, la intercepción de aeronaves del narco, la vigilancia aéreas en Laguna Verde o en la Sonda de Campeche?

De los otros cinco, uno permanecía en alerta, abastecido y preparado para una orden inmediata. Y al final del recorrido eso fue lo que ocurrió. El “Tigre” despegó mientras los reporteros abandonaban el sitio.

En otro de los hangares esperaba a los mecánicos e ingenieros el único Jet Star T-33 que le queda a la FAM.

Pero sobre la pista de carreteo de la Base Aérea había al menos 12 helicópteros Mi-8 y Mi-17 desarmados, sin palas ni rotores, es decir, 12 aeronaves de ala móvil menos en el estado de fuerza de la FAM.

Y en su exposición, el general Leonardo González explicaba a los reporteros que “de los recursos humanos en la Fuerza Aérea Mexicana 50.9% corresponde a Pilotos Aviadores y Especialistas en las áreas de Mantenimiento de Aviación, Electrónica, Abastecimiento de Material Aéreo, Armamento Aéreo, Meteorología y Control Militar de Vuelos”.

El “19.5 % pertenece a la Brigada de Fusileros Paracaidistas, con sus Armas y Servicios de Apoyo, y el 29.6 % restante, corresponde a los diversos servicios en apoyo como son: Servicio de Intendencia, Administración, Transmisiones, Ingenieros y Sanidad, por citar algunos”.

González García reconoció entonces la gravedad del problema de la deserción de pilotos que ya hemos abordado aquí, señalando que “con el propósito de cubrir las bajas y reducir deserciones de personal, se han implementado las siguientes acciones: se inició con el reclutamiento de soldados especialistas en mantenimiento de aviación y personal de los servicios comunes”.

Asimismo, dijo, “el alto mando autorizo realizar el Curso Intensivo de Piloto Aviador Militar, el cual se impartirá por única ocasión a oficiales del ejercito y especialistas de la Fuerza Aérea en los Estados Unidos de América y en la Escuela Militar de Aviación, por el termino de seis meses y catorce meses respectivamente”.


TEATRO DE OPERACIONES

El Ejército Mexicano está priorizando desde 2008 el adiestramiento de sus tropas especiales en operaciones de combate urbano para hacerle frente a los cárteles de la droga en escenarios distintos en los que se habían tenido enfrentamientos con sicarios y operadores.

Uno de los objetivos centrales de las prácticas es el de rescatar a compañeros que hayan sido tomados como rehenes por los narcotraficantes.

Las Fuerzas Especiales realizan sus prácticas en Temamatla, Estado de México, en donde, entre otros ejercicios militares, deben descender de helicópteros, avanzar en zonas controladas por el enemigo, penetrar en zonas urbanas, enfrentar a los narcotraficantes y rescatar a los retenidos.

En Temamatla este tipo de prácticas son realizadas por efectivos del 2° Batallón de Fuerzas Especiales, los cuales deben avanzar hacia el poblado de La Joya, cercano el lugar, en donde se llevan a cabo las incursiones de combate urbano.

En octubre de 2008, al reunirse con senadores de república, el general Guillermo Galván les dijo que una de las nuevas directrices que estaba aplicando el Ejército era el adiestramiento intenso en operaciones de combate urbano, a fin de poder enfrentar tácticamente a los cárteles de la droga.

CENTINELA…

Uno.- La Secretaría de Marina no percibe “focos rojos” en la crisis pesquera que vive el país y que en unos días más provocará una paro nacional en los puntos neurálgicos de las costas nacionales.
El paro será en protesta por el incremento en los precios del diesel, que afecta a miles de pescadores.
Paradójicamente, la Marina también está siendo perjudicada con la medida.
Por eso negocia con Pemex le entrega del combustible como apoyo por la vigilancia a sus instalaciones en Campeche.

Dos.- El Ejército Mexicano está probando con éxito una nueva modalidad para reforzar en sus tropas determinados conceptos tácticos y operativos, como el desplazamiento de unidades pequeñas.
En este caso, mediante un bien elaborado cómic titulado “Misión del Pelotón”, la Sedena recuerda en sencillos pero llamativos cuadros cómo debe ejecutarse una operación para asegurar una posición enemiga mediante la incursión de un pelotón, que es la unidad bélica más pequeña dispuesta en la orgánica del Ejército Mexicano.
El cómic fue elaborado por personal de la Defensa Nacional.

Tres.- En unas semanas más la Sedena tendrá en operación el sistema de Rayos Gamma para detección de drogas, explosivos, dinero y personas.
Con este equipo el Ejército intentará fortalecer su operatividad en cinco puntos de la frontera norte, principalmente en Tijuana y Ciudad Juárez.