jueves, 7 de mayo de 2009

Gastará mas de 3 mil millones de dólares en helicópteros.

Helicóptero EC-725 Cougar, para transporte de tropas y operaciones especiales.



REBASÓ SEDENA PRESUPUESTO AUTORIZADO POR LUCHA ANTIDROGAS.


JORGE ALEJANDRO MEDELLÍN

Los costos de la lucha contra los cárteles de la droga se elevan en todas las áreas del gobierno federal, sobre todo en la de defensa, que soporta el peso de una estrategia de combate fracturada, contradictoria, escasa o nulamente medible, salvo por la recurrente cascada de cifras y datos duros oficiales manejados a diestra y siniestra por militares, policías y civiles en el poder.
Al reto que significan el poder de cooptación y penetración de los cárteles se suman las deserciones militares y ahora el poder de fuego de sicarios, que intenta ser mermado con iniciativas y acercamientos entre México y los Estados Unidos.
Esta arte de la agenda antidrogas tiene costos muy altos, costos en efectivo que ya superaron los 43 mil 623 millones de pesos que la Sedena tenía contemplados para ser ejercidos durante este año.
Tal cantidad, la mayor que se le ha asignado a la dependencia en su historia, no fue suficiente para detener la caída en picada que sufre la Fuerza Aérea Mexicana (FAM), cuyos helicópteros Mi-17 pertenecientes al Escuadrón Aéreo 303 parecen haber quedado fuera de circulación (y de combate).
Por eso, desde finales de 2008, los asesores del general Galván le aconsejaron promover en los primeros meses de este año una vigorosa ampliación al presupuesto para comprar seis helicópteros franceses EC-725 Cougar por un monto aproximado de 3 mil 019 millones y medio de pesos.
La compra de estos aparatos avanzados que se usarán para transporte de Fuerzas Especiales y para apoyo eventual al Plan DN-IIIE, llevó el presupuesto militar hasta poco más de los 47 mil millones de pesos, es decir, un sobre giro obligado por dos razones: la inoperancia de los 24 aparatos Mi-17 del EA 303, y la superioridad de fuego del narco en operaciones especiales en las que el Ejército ha salido mal librado al intentar detener a los verdaderos capos de la droga.
Por eso la Sedena pidió al gobierno de Francia que tres de los aparatos Cougar estuvieran equipados con lanzacohetes, ametralladoras calibre 0.50 mm y 7.62 mm, blindaje parcial y faros de luz infrarroja.
De hecho, la mitad de la actual flota de naves Mi-17 está desmantelada y “encapuchada” a un costado de la pista principal de la Base Aérea Militar Número 1 (BAM 1), en Santa Lucía, Estado de México, sirviendo como una especie de “refaccionaria” en la que se desguazan (desarman) los aparatos para colocar piezas utilizables en helicópteros que presenten menos problemas y puedan seguir volando.
Reportes internos contenidos en la justificación económica para la compra de los Vougar, señalan que “la Fuerza Aérea Mexicana tiene en este momento dos helicópteros tipo MI-17 con más de 20 años de vida operativa, cuatro con solamente un año de vida útil, tres con dos años de vida útil y uno con tres años; quedando solamente nueve helicópteros con 10 años de vida útil”.
Además, señala el texto, “los equipos de comunicación y navegación que tienen instalados dichas aeronaves son obsoletos y de difícil reposición o reparación en comparación con las unidades modernas”.
DE ORDEN SUPERIOR obtuvo de la Sedena varias respuestas mediante la Ley Federal de Acceso a la Información Pública acerca de la compra de los aparatos Cougar, su precio, las fechas de entrega y las condiciones y razones por las que fueron adquiridos.
La Defensa Nacional indicó que el precio unitario de cada aeronave oscila entre los 27 millones 500 Euros y los 26 millones 540 mil Euros, dependiendo de las características de cada aeronave.
La Sedena detalló que los recursos para comprar los helicópteros Cougar se consiguieron luego de que la dependencia logró que hacienda les diera “una ampliación líquida al presupuesto de esta Secretaría, para la compra, en el mes de marzo de 2009, como una modificación al Presupuesto de Egresos inicial de esta dependencia”.
La partida presupuestal para la compra es la 5301 y el plazo para completar los pagos va de 2009 a 2012. En sus razonamientos la secretaría señala que los aparatos se compraron para “dotar a la Fuerza Aérea Mexicana de material aéreo moderno, que dé eficiencia y eficacia en las operaciones de transporte, evacuación de personal, heridos en las actividades de auxilio a la población civil, así como en actividades de seguridad pública”.
Al final, el alegato para negar información sobre las fechas de entrega de los EC-725 y clasificar esa información durante 12 años, fue el siguiente: “Daño probable; difundir la información relativa a la fecha de entrega de las aeronaves, obstaculizará (sic) o bloqueará (sic) la entrega material, impidiendo con ello la implementación de acciones o estrategias para combatir la acción delictiva”.
Además, “el crimen organizado sabría con precisión (sic) a partir de cuándo se cuenta con mejor equipo bélico, lo que daría lugar a que la delincuencia organizada, con su poder económico (sic), adquiriera material aéreo de mejores características (sic), a fin de neutralizar o bloquear el poder aéreo con que cuenta el Estado Mexicano”.
¿Hace falta agregar más?
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